Tendrás tu contrato en regla y serás dado de alta en la Seguridad Social. Cobrarás, como mínimo, el salario que corresponda al puesto de trabajo en el convenio de la empresa donde prestes tus servicios, y tendrás derecho a una indemnización por fin de contrato.
En lo referente al desarrollo de tu trabajo, dependerás del supervisor/a que se te asigne en la empresa y seguirás sus instrucciones. También tendrás los mismos derechos que los trabajadores propios de la empresa en cuanto a protección y seguridad laboral, y a utilizar el transporte y las instalaciones colectivas de la empresa usuaria mientras dure tu contrato.